Entrevista a Pilar Gil Pascual |
¿EL CARIÑO QUIÉN LO PONE?
El amor no tiene precio, mi trabajo sí
En otros sitios que el día de Navidad quieren que cenes con ellos ¡Pero vamos a ver, vamos a ver! A mí la Navidad voy a cenar…Primero tienes que servir la mesa y no sé qué, había amigas mías que sí cenaban, yo no lo consentí nunca, yo seguí cenando en la cocina, porque a mí la Navidad o la no Navidad era todo el año. Yo quiero que me traten bien pero yo también quería marcar diferencias. Yo no quería olvidar quién era yo, yo era de la clase trabajadora, porque si yo olvido no reivindico, no pido, si cuando me parecía que me tienen que subir el sueldo y con todo ese tipo de cosas, a la única persona que le importa es a la trabajadora de hogar. Es como el cariño, ¡pero vamos a ver!, yo la afectividad…Lo que hay que hacer bien es tu trabajo y tratar bien a las personas, si hay niños sin olvidar que esos no son tus hijos porque eso es lo que te va a hacer es lo mismo, porque puedes llevar los años que lleves…Yo por lo que he visto en mis amigas y en la asociación, da igual que lleves treinta años que si te tienen que despedir porque ya no les interesan te despiden. Entonces ¿el cariño quién lo pone?
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