…¿qué queda después? Una persona rota, una persona rota que no es ni siquiera persona, no te sientes capaz de nada ni siquiera de querer y atender a mis hijas, por no hablar de la gente de mi entorno con los que ni siquiera tienes deseos de hablar.
Se produce el encierro dentro de mi misma y esto solo cambia cuando comienzan a surgir los por qué. Para resolverlos tienes que salir fuera de tu encierro y comenzar a preguntar primero a tu entorno familiar, después a tus y a sus amigos. En mi caso, las escasas respuestas que encontré de unos y otros fueron desale… desalentadoras y no faltaron los que… si algo habría hecho, que si era un chivato de la guardia civil, que traficaba con drogas, por no hablar de los comunicados de esta cuadrilla de asesinos.
La reacción comienza así cuando compruebas que no se ha acabado con matar a un persona sino que el escenario contra ella continúa y continúa.
Creo que es entonces que como tienes la certeza de que eso es totalmente falso, decides sacar la cara de nuevo y comenzar a pelear sobre todo por lo más cercano a mí que eran y son mis dos hijas, que son también la razón principal de que hoy me encuentre en este mundo…