Lucía y Pepa Flores

Verás lo que me pasa. Bueno, antes te hablaba de lo que era Marisol para mí, cuando yo era niña ¿no? Ahora te voy a hablar de lo que es Pepa Flores para mí. A mí Pepa Flores me parece una mujer acojonante. Es una mujer que es capaz, en su vida, de decir “esto no me gusta, no quiero esto” y estando en lo más alto, siendo una mujer reconocida, teniendo a todo Dios a sus pies, teniendo un campo donde podía ganar un montón de dinero, lo manda todo a la puñeta y dice: “a mí no me manipula nadie. Señores, NO es esto lo que quiero en mi vida”. ¡¡Y lo manda a hacer puñetas!! Y lo, y, y sale de ese mundo, de la parafernalia (...) y ahí, me reconozco con ella. Porque tiene dos narices la tía (...). Vive una situación personal durísima. Pero, la tía, sale, y dice: “¡No! Yo soy Pepa Flores y salgo adelante”. Sale adelante (...) Y luego es una mujer, que decide, que su vida va a ser otra cosa. Monta su restaurante, sus hijas, su nueva familia, se olvida de todo el rollo, y es ella misma. Bueno pues, esta tía, me encanta. Porque es una tía con fuerza. Y es una tía que consigue... Es una mujer, que renace, renace sobre su... o sea, que no se conforma, que no se conforma, no se conforma (...) Y es una mujer que me encanta.
(Extracto)