Entrevista a Loli Azpuru
Con 7 añitos a la fábrica de yute
“Oye porque no vamos un día al yute, que tenéis trabajo”. Teníamos 7 añitos cuando aquellos.
“A que no vamos. Cómo que no vamos”. En cuanto nos vieron, unas chavalas majas, majas. “Venir para el otro día a trabajar”.
Yo estuve poco tiempo. Porque yo iba a casa y decía: “Ama para mi no se ha hecho eso. Yo no lo quiero. Jolin que te hacen mucho trabajar”. Yo que estaba a puro mimo allí. Que tú en casa tienes tu brío y en la calle te pareces algo y allí metida entre todos ya eres cero al cociente.
Porque allí todo el mundo te mandaba, hasta el que no sabía leer ni la t con la o, te mandaba.
Y los obreros, o sea, si te arreglaban la máquina, se querían hacer como si fueran jefazos. Y tú no hacías nada más que trabajar. Y si se rompía la máquina les llamabas y en vez de…, algunas veces en vez de arreglártela te la desarreglaban. Saltaba la lanzadera que era un primor. Tenía dos puntas. Una lanzadera es así, te haces a la idea, y tiene dos puntas. Saltaba… Y yo tenía mucho miedo. Muchas heridas ha habido en la cabeza y en la frente y así. Pues todo lleno de mafias, todo lleno de mafias, pues hazte idea, saltaba.
Le decía: “Ama yo para mí no es aquello”. “¿Quién te ha mandado meterte allí? Yo ya te dije que no quería”. Me decía.