Entrevista a Virtudes Fernández
Cuídame de esas hijas
Le decía a mi cuñado: “Cuídame de esas hijas, cuídame de esas hijas”. Mi madre se murió con todo conocimiento. Y con un respeto. Y entonces este marido mío era catalán y vino cuando la guerra. Y casualidad, pues los cuarteles estaban llenos y los distribuían por las casas. Y yo vivía en un segundo piso y él al primero
En cuanto me vio, ya no me dejó. Y yo venga a rechazarle. Pues el otro más y más.
Y entonces como mi madre le dijo a mi cuñado que miraría por las hijas, escribió al pueblo a ver qué tal hombre era. Y era de allá de un pueblo del Pirineo catalán. Y le dijeron: “Menudo hotel tiene”. Allí hay un balneario famoso, muy famoso que van del extranjero muchos.
Y entonces pues mi madre,… eh, esto, mi cuñado, pues como vio que era de buena familia y que venía con buenas intenciones, me dijo: “Pues no”. Y ni a sol ni a sombra ya me dejó.
Me casé porque vi que era buen hombre, pero no porque estaba enamorada.