Entrevista a Josefa Gómez
Llorando la huida a América
Pues eso, cuando el jugó lo suyo, que tuvo antes, tuvo panadería, tuvo una de aquella de tiendas,..
Y, embarcó, embarcó para Buenos Aires y allí murió. Tendríamos, pues yo tendría ocho o nueve años, si los tenía. Pero me acuerdo todavía del día que salió de casa, que mi difunta madre lloraba en la cama y no le volvió a ver nada. Nada, ni volvió.
Después, pues yo, ya, los hermanos, otro también después cuando yo me casé marchó también para la Argentina, que también allí murió.
Así. Y esa es la vida. Y yo después con mi difunta madre sola, las dos estábamos. Sí.