mercado de trabajo femenino

Las mujeres, en tiempo más normalito, mujeres casadas con cinco hijos, no iban a trabajar a una fábrica. Pero entonces había lavaderos, cogían ropa de otras, que trabajaban… y no podían hacerlo. Iban a los lavaderos a lavarla y cuando la tenían sequita, la entregaban. Pues una manera de trabajar como otra cualquiera. Ganaban así, porque ganaba el marido, pero siempre, ya sabes, no llega, tenían cinco hijos o cuatro, y no iba a una fábrica porque tenía esos hijos, pero se arreglaba trabajando de esa manera, lavando ropa para otros, porque había lavaderos. (Extracto)