los obstáculos para que estudien las chicas
Cuando a veces <<¡uy, una mujer que estudia Griego!>>, me decían <<¡no, ¡qué horror!>>. Digo: <>. Entonces, en ese sentido, yo recuerdo… un poco esto de que había que buscar un partido para asegurar la vida, etc, etc, etc (pausa). Y, entonces yo, o sea, que no me avergoncé nunca de estudiar, al contrario, decía que precisamente por mi estudio era cuando yo iba a conseguir lo que yo verdaderamente deseaba y hasta pa’ (sic) entrar en el convento, si yo no hubiese tenido… Yo no tenía dote, mi familia era muy pobre, o sea, que me sirvió, o sea que yo me independicé y fui yo, por mis estudios y demás. Pero había un rechazo terrible a los estudios por los años 40, no sé si te sirve para algo (pausa), que la mujer era como poco femenina. (Extracto)
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