Entrevista a Juana Uria
divertirse sin gastar un duro
Empezar a bailar, al acordeón. Te tocaban un toque y al de media hora o antes de media hora, te tocaban luego otro toque, en el intermedio al agarrao (sic) que se llamaba, esto con acordeón y pandereta, y… esa era la diversión nuestra. ¿Divertir? más que los de ahora, sin gastar ni chiquita (se ríe la entrevistadora). No había, si no, no, no se manejaba dinero. Yo iba a ganar luego, a coser a Bilbao, a una casa a Astarloa donde había: cocinera, doncella y dos niñeras. Iba de diez de la mañana al atardecer a coser. Había siete o ocho críos. Y entonces todo era coser. Yo cosía al trote, ¡venga!, sayitas, combinaciones de tela y braguitas de tela, de tela de algodón fino…
(Extracto)