Entrevista a Elisa Robledo |
Y seguí trabajando
Seguir trabajando después del matrimonio
¿Sabes qué pasa?, que cuando yo me casé en aquella época estaba casi mal visto, seguir trabajando, porque decían “Pues mira, ¡vaya marido!”, pues como que no, “no tenías para mantenerla”. ¡Fíjate!, es que había esa mentalidad, fíjate. Yo, una cuñada mía, se casó con un hermano mío, que nos casamos el mismo día, ella, ella trabajaba en Artiach con su seguro y todo en la fábrica de Artiach y se, se, y lo dejó porque se casó, y como esa cantidad de gente que trabajaba en comercios y en donde fuera, y, casi todo el mundo estaba, pues eso, fíjate, casi mal visto. Yo lo que pasa es que dije “Ay, ¿Y por qué no puedo trabajar? ¿Y por qué no sé que, no sé cuántos?”. Es más, en la casa que me casé yo, me dijo “¡Ah! Pues ¿te busco yo para trabajar alguna horita? Y no sé que no sé cuantos”. Luego resulta que quedé embarazada enseguida y dos años no estuve trabajando. Pero lo primero que hice yo después de tener los niños, fue empezar a limpiar la guardería donde iban mis niños, fíjate.
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